9 tratamientos naturales para la hipercolesterolemia
1. El colesterol es una grasa imprescindible ya que interviene en muchos procesos del organismo: el colesterol forma parte de las membranas celulares del organismo; en la piel y por acción de los rayos solares, el colesterol se transforma en vitamina D y a partir del colesterol se sintetizan algunas hormonas sexuales como el estrógeno y la testosterona. El colesterol se obtiene mediante 2 formas: por la dieta y la que sintetiza el organismo (alrededor de dos terceras partes). pero debe circular en concentraciones adecuadas para prevenir enfermedades cardiovasculares.
2. Como el sedentarismo favorece el aumento de los lípidos (grasas) en sangre y como resultado un sobrepeso u obesidad, se recomienda realizar actividad física ya que produce un mayor gasto de calorías, aumenta la masa muscular y disminuye el colesterol total y triglicéridos, además de disminuir la tensión arterial, mejorar el trabajo del corazón y aumentar la capacidad pulmonar por lo que se recomienda un mínimo de 30 minutos de ejercicio diario que genere aumento de la frecuencia cardiaca.
3. Reducir la ingesta de carnes grasas, vísceras (sesos, hígado, riñón, corazón, etc.), embutidos (salchichas, chorizos, morcillas), lácteos enteros (remplace estos por productos desnatados o semidesnatados, en el caso de los quesos recuerde que cuanto más duro es el mismo, mayor es su contenido graso, seleccione los quesos frescos), yemas, mantequilla (mayonesa, nata y crema de leche), margarinas, aderezos comerciales (contienen un tipo de grasas: grasas trans, que contribuye a aumentar el colesterol “malo”).
4. No añadir grasa al alimento ya que las grasas saturadas aumentan el nivel de colesterol en la sangre, Los aceites ricos en grasas monoinsaturadas (grasas buenas), como el de oliva, es perfectamente apto para cocinar porque soporta altas temperaturas. Es importante que los aceites de freír no se calienten excesivamente, no echen humo, ya que se hacen tóxicos. No reutilizar constantemente el mismo aceite.
5. Evitar la pastelería (tartas, bollos, galletas con alto contenido graso) y bollería en general. Bocadillos fritos como papas, dulces en general, jaleas, gelatinas, almíbar, budines de leche entera, helados y paletas de helado de leche, mantequilla de cacahuate. También es necesario disminuir el azúcar refinado, especialmente en refrescos, golosinas, chocolates y chuchearías. Debido a que estos productos aumentan los triglicéridos (grasas) en sangre.
6. Evitar la comida rápida. Créalo o no, muchas personas están matando a sus niveles de colesterol, simplemente por la forma en que comen. Comer comida rápida todo el tiempo es un asesino cuando se trata de colesterol, Las grasas saturadas -en exceso tienden a aumentar los niveles de colesterol en sangre- y el colesterol son abundantes en estos productos debido a las salsas a base de huevo, mantequilla, nata, manteca y otros ingredientes grasos que se emplean en su elaboración, y a los aceites de coco y palma que se usan en la fritura.
7. Priorizar la fruta fresca como postre habitual en las comidas; ya que son una fuente excelente de vitaminas, fibra y agua. Contienen además una cantidad variable, y por lo general no alarmante, de azúcar. Numerosos estudios de investigación evidencian el papel protector del consumo de frutas y verduras en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV) y algunos tipos de cáncer. Estas dos patologías (ECV y cáncer) son las principales causas de mortalidad en los países desarrollados. Entre los dos grupos, se recomiendan consumir 5 raciones al día.
8. El control de peso es fundamental en el tratamiento de la hipercolesterolemia.
Todas las personas tienen un poco de grasa almacenada. Pero demasiada grasa da como resultado el sobrepeso u obesidad; se observa en 20% de hombres y 40% de mujeres de edad media, siendo influenciada por factores socioculturales, geográficos y económicos. Por lo cual es necesario disminuir el aumento de peso de manera paulatinamente para que usted se vea y se sienta mejor.
9. Reducir o eliminar la ingesta de alcohol. Beber demasiado alcohol puede aumentar los niveles de algunas grasas en la sangre (triglicéridos). También puede provocar enfermedades hepáticas, cáncer, presión alta, alcoholismo, y, si se toma en exceso, incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y un aumento en las calorías que se ingieren. (Ingerir demasiadas calorías puede provocar obesidad y un mayor riesgo de llegar a tener diabetes) Para decidir si un consumo moderado de alcohol puede beneficiarlas o no, las personas con el colesterol elevado deben consultar a su médico.
2. Como el sedentarismo favorece el aumento de los lípidos (grasas) en sangre y como resultado un sobrepeso u obesidad, se recomienda realizar actividad física ya que produce un mayor gasto de calorías, aumenta la masa muscular y disminuye el colesterol total y triglicéridos, además de disminuir la tensión arterial, mejorar el trabajo del corazón y aumentar la capacidad pulmonar por lo que se recomienda un mínimo de 30 minutos de ejercicio diario que genere aumento de la frecuencia cardiaca.
3. Reducir la ingesta de carnes grasas, vísceras (sesos, hígado, riñón, corazón, etc.), embutidos (salchichas, chorizos, morcillas), lácteos enteros (remplace estos por productos desnatados o semidesnatados, en el caso de los quesos recuerde que cuanto más duro es el mismo, mayor es su contenido graso, seleccione los quesos frescos), yemas, mantequilla (mayonesa, nata y crema de leche), margarinas, aderezos comerciales (contienen un tipo de grasas: grasas trans, que contribuye a aumentar el colesterol “malo”).
4. No añadir grasa al alimento ya que las grasas saturadas aumentan el nivel de colesterol en la sangre, Los aceites ricos en grasas monoinsaturadas (grasas buenas), como el de oliva, es perfectamente apto para cocinar porque soporta altas temperaturas. Es importante que los aceites de freír no se calienten excesivamente, no echen humo, ya que se hacen tóxicos. No reutilizar constantemente el mismo aceite.
5. Evitar la pastelería (tartas, bollos, galletas con alto contenido graso) y bollería en general. Bocadillos fritos como papas, dulces en general, jaleas, gelatinas, almíbar, budines de leche entera, helados y paletas de helado de leche, mantequilla de cacahuate. También es necesario disminuir el azúcar refinado, especialmente en refrescos, golosinas, chocolates y chuchearías. Debido a que estos productos aumentan los triglicéridos (grasas) en sangre.
6. Evitar la comida rápida. Créalo o no, muchas personas están matando a sus niveles de colesterol, simplemente por la forma en que comen. Comer comida rápida todo el tiempo es un asesino cuando se trata de colesterol, Las grasas saturadas -en exceso tienden a aumentar los niveles de colesterol en sangre- y el colesterol son abundantes en estos productos debido a las salsas a base de huevo, mantequilla, nata, manteca y otros ingredientes grasos que se emplean en su elaboración, y a los aceites de coco y palma que se usan en la fritura.
7. Priorizar la fruta fresca como postre habitual en las comidas; ya que son una fuente excelente de vitaminas, fibra y agua. Contienen además una cantidad variable, y por lo general no alarmante, de azúcar. Numerosos estudios de investigación evidencian el papel protector del consumo de frutas y verduras en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares (ECV) y algunos tipos de cáncer. Estas dos patologías (ECV y cáncer) son las principales causas de mortalidad en los países desarrollados. Entre los dos grupos, se recomiendan consumir 5 raciones al día.
8. El control de peso es fundamental en el tratamiento de la hipercolesterolemia.
Todas las personas tienen un poco de grasa almacenada. Pero demasiada grasa da como resultado el sobrepeso u obesidad; se observa en 20% de hombres y 40% de mujeres de edad media, siendo influenciada por factores socioculturales, geográficos y económicos. Por lo cual es necesario disminuir el aumento de peso de manera paulatinamente para que usted se vea y se sienta mejor.
9. Reducir o eliminar la ingesta de alcohol. Beber demasiado alcohol puede aumentar los niveles de algunas grasas en la sangre (triglicéridos). También puede provocar enfermedades hepáticas, cáncer, presión alta, alcoholismo, y, si se toma en exceso, incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiacas y un aumento en las calorías que se ingieren. (Ingerir demasiadas calorías puede provocar obesidad y un mayor riesgo de llegar a tener diabetes) Para decidir si un consumo moderado de alcohol puede beneficiarlas o no, las personas con el colesterol elevado deben consultar a su médico.
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